Eres la Carmen?, cada mañana cuando entro en su habitación, es lo primero que me pregunta, sin mirarme.
- Yo le digo- Mirame, ¿quién soy yo?, es inutil, su oido no es muy fino, más bien no oye nada.
Vuelvo a repetir, esta vez gritando: ¿ quién soy yo?!!!!
- la Carmen, ¿eres la Carmen?
- Si!!!!, soy yo, buenos días!
No me dice y no me pregunta nada más. Simplemente se deja hacer.
Ver a quien ha sido la máquina de la vida sumida en un olvido constante es un desgarro que comparto. Así, cuando visito a la abuela, otrora mi motor, casi una madre, es descorazonador que me reconozca al cabo de los minutos de estar a su lado, para olvidarme en media hora hasta tres veces, con el consiguiente regocijo de descubrir que acabo de llegar. Un beso estimada Carmen
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Ver a quien ha sido la máquina de la vida sumida en un olvido constante es un desgarro que comparto.
ResponderEliminarAsí, cuando visito a la abuela, otrora mi motor, casi una madre, es descorazonador que me reconozca al cabo de los minutos de estar a su lado, para olvidarme en media hora hasta tres veces, con el consiguiente regocijo de descubrir que acabo de llegar.
Un beso estimada Carmen